Que todos los menores
de 18 años tienen derecho a recibir una atención y protección
especial es algo conocido y aceptado por todos hoy en día. Pero esto
siempre no ha ocurrido así. Hasta finales de la década de los ochenta del
pasado siglo, no todos los niños y niñas podían beneficiarse de una serie de derechos
jurídicos imprescindibles para su protección.
Desde entonces se ha
empleado a fondo para proteger jurídicamente a la infancia, y fruto
de sus debates nació, el 20 de noviembre de 1989, la Convención
sobre los Derechos del Niño.
Así, los niños y niñas
son sujetos de sus derechos, pero es tarea de los adultos
velar por su cumplimiento.
la Convención describió
los derechos infantiles a lo largo de 54 artículos y dos
protocolos facultativos o disposiciones adicionales. Y esos Derechos del Niño
se rigen por cuatro principios fundamentales:
1. Los niños no deben sufrir
discriminación.
2. El interés del niño debe ser lo
más importante cuando se tomen decisiones que le afecten.
3. Todos los niños tienen derecho
a la supervivencia y el desarrollo; esto incluye el derecho al bienestar mental
y físico.
4. Los niños tienen que
expresar sus puntos de vista y siempre tienen que tomarse en consideración
sus opiniones en los temas que les afectan.
Entre todos los Derechos que recoge la Convención de 1989, los más importantes e imprescindibles para que todos los niños crezcan en un ambiente de paz y alegría y sus padres puedan estar tranquilos sabiendo que sus hijos están debidamente protegidos son:
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Derecho a
la vida
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Derecho al
juego
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Derecho a
ofrecer sus opiniones
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Derecho a
tener una familia
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Derecho a
la salud
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Derecho a
la protección contra el trabajo infantil
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Derecho a
un nombre y una nacionalidad
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Derecho a
la alimentación y la nutrición
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Derecho a
vivir en armonía
-
Derecho a
la educación
Fuente:guiainfantil.com