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Hijos desobedientes, ¿Qué puedo hacer?

¿Necesitas herramientas para hacer frente a la desobediencia?


Todos los padres hemos vivido en mayor o menor medida dificultades relacionadas a la obediencia de nuestros hijos, inclusive es común que uno de los principales motivos de consulta se refiera a temas ligados a esto.


Un punto importante para tener en mente, es que la desobediencia en niños suele venir acompañada de una autoridad mal orientada por parte de los padres, por lo que es fundamental que podamos mantener un ejercicio de la autoridad de forma asertiva y constante, esto permitirá que se fundamenten los limites en la relación con nuestros hijos.


La autoridad bien entendida no parte de una constante negociación que nos pone al nivel de nuestros hijos, es importante comprender que nuestro rol de guías no es compatible con la opción de comprar comportamiento usando promesas, juguetes, golosinas o situaciones como pago por determinada acción.


 Del mismo modo, adoptar posiciones demasiado rigurosas, donde el castigo se convierta en la limitante de los actos de desobediencia de nuestros hijos romperá con la cercanía y la posibilidad de diálogo que los llevará a internalizar las conductas adecuadas.


¿Entonces qué hacer ante la desobediencia de nuestros hijos?

Puedo asegurarte que el camino idóneo para encarar estas situaciones parte de la conexión que tienes con tus hijos; es precisamente la forma de hablarles, de corregirles, de pedirles cosas e inclusive de transmitir la situación que te permitirá utilizar la desobediencia como una ocasión de formación en lugar de un momento de castigo.


Si bien no existen fórmulas mágicas para guiar la crianza de nuestros hijos, existen herramientas a nuestra disposición para encarar este proceso de forma real y asertiva.


 Acá te comento algunas:


    • Anticipación: Conversa con tus hijos de las actividades a llevar a cabo o los lugares a visitar, a través de la imaginación crea situaciones y contextos donde puedan hacer un repaso mental y describe lo que esperas de ellos y su comportamiento. Por ejemplo, si necesitas ir a un consultorio a una cita médica, explica las normas del lugar, permite que elija un juguete y planifiquen juntos los juegos que puede realizar durante la espera.

    • Crear rutinas: Mantener un horario con permitirá crear hábitos de forma casi automática, para esto es importante que se sea constante y que se involucre a los niños a través del juego en la organización de las actividades.

    • Colocar límites: Los límites son necesarios en el desarrollo del niño, ellos le permitirán descubrir no solo lo que se espera de él/ella, sino también que ayudarán en el desarrollo del autocontrol. Es importante que los limites sean claros y que todos en el ambiente familiar los cumplan.

    • Educar a libertad: Incitar a los niños a que tomen decisiones es fundamental para su autoestima o el manejo de la frustración. Genera situaciones guiadas en que des opciones de elección para tus hijos, por ejemplo, dos opciones para merendar, dos lugares para salir de paseo o dos zapatos para ponerse. Lo importante es brindar la oportunidad de que ellos tomen protagonismo en la decisión siempre y cuando esté guiada por ti.

    • Sé su ejemplo: Nuestras conductas y forma de encarar las emociones serán el cimiento de las actitudes de nuestros hijos, es fundamental que mantengamos un contacto con nuestras propias emociones y una adecuada gestión de estas para lograr que nuestros hijos imiten conductas operativas y funcionales.

    •  Evitar castigos sin reflexión: Castigos y amenazas pueden funcionar a corto plazo para limitar actos de desobediencia, sin embargo, estos no brindar la oportunidad de generar un aprendizaje significativo en nuestros niños, por el contrario, pueden evitar el castigo no es directamente proporcional a la extinción de una conducta no deseada. Es fundamental que la conversación forme parte de nuestras correcciones y en base a la edad del niño/niña intentemos transmitir el error del comportamiento y una manera de encarar la situación de forma asertiva.
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Nota por: 

Stefan Meroslaw

Lic. en Psicología

Máster en Psic. Humanista

Especialista en competencias

Instagram:@stefanmeroslaw

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