Si tu hijo no come y no descansa se enferma, si se enferma no hay posibilidad de bienestar psíquico de ahí que sean fundamentales en la vida de todos. Si bien son necesidades fisiológicas innatas, hay factores que pueden entorpecerlas y alterarlas y nosotros como papás somos responsables de acompañarlos en el proceso de aprendizaje que requiere para que todo marche sobre ruedas y crezcan sanos.

Primero debo decirte que como todo proceso de aprendizaje requiere de la presencia de un adulto que lo ayude, tené en cuenta que nunca deben quedar dentro del campo de pelea ni ser un lugar emocional negativo. La alimentación debe mantener pautas emocionales de calma, pausa, alegría y paciencia y nunca deben realizarse desde la ansiedad y el enojo. También debes tener cuenta que estímulos como los sensitivos, auditivos, motores, visuales deben quedar reducidos al máximo para que los niños aprender a incorporar la comida y no a comerla en forma mecánica al encontrase entretenidos. Un niño entretenido frente a un iPad mientras mama le mete comida en la boca, debe ser una imagen que no debe existir en ningún hogar. Tampoco es aconsejable ir corriendo al niño por la casa con la cuchara para que coma.

El acto de alimentación debe ser consciente y requiere que el bebe o niño participe activamente, de ahí que es probable que quiera meter sus manos en el plato, llene la mesa de comida o se la esparza por la cara.
Por ultimo quiero decirte que debes confiar en tu hijo, un niño sano solo como por hambre y no como canalización de emociones o lugar de encuentro como muchas veces lo hacemos los adultos. Si tu hijo no quiere mas, debemos ser respetuosos y confiar. Mas vale comer de a poquito pero con tranquilidad y amor a comer mucho bajo gritos y amenazas.

Por Karina Pintos
Instagram: @consultoriodecrianza
Lic. Psicóloga de la UBA