El pescado es considerado una fuente de ácidos
grasos esenciales, además de tener un aporte proteico de alto valor biológico.
Los ácidos grasos esenciales, en cantidades adecuadas, son fundamentales para
el desarrollo de la placenta y el feto.
A pesar de tener beneficios, se debe tener
cuidado a la hora de ingerir ciertos pescados estando embarazada y en periodo
de lactancia, debido a que las aguas están contaminadas con mercurio. El
mercurio penetra en el cuerpo humano por vía alimentaria como metilmercurio.
Se aconseja evitar la ingesta de pescados
grandes, ya que estos tienden a acumular mayor cantidad de mercurio. Lo mismo
con los pescados viejos. La cocción de
los pescados no elimina el mercurio presente en ellos.
El Cómite de Toxicidad y Químicos en Alimentos
del Reino UInido aplicó como límite La Ingesta Semanal Tolerable Provisional
(ISTP) de 0.7 ug/kg/semana de metilmercurio para proteger al feto. Este límite
también aplica a mujeres que quieran quedar embarazadas y las que estén en
periodo de lactancia. Este límite
corresponde a 220 gramos de atún enlatado por semana.
Bárbara.
B. Vázquez
Licenciada
en nutrición
MN
8477
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